A pesar de que fue clausurado, opera ilegalmente en zona de manglar un hotel de la familia Patrón Laviada
En la pequeña isla de Holbox, localizada justo donde se encuentran el golfo de México y el mar Caribe, funciona el exclusivo hotel Las Nubes, construido ilegalmente en zona de manglar. La empresa que lo maneja es la Operadora Rumbo al Trópico, cuya representante legal es Bárbara Gabriela Hernández Ramírez, hermana menor del banquero Roberto Hernández.
En Holbox, los pobladores aseguran que el verdadero dueño del hotel es Alejandro Patrón Laviada, hermano del actual titular de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), Patricio Patrón Laviada.
Como sea, los hermanos Patrón Laviada son sobrinos políticos de Bárbara y Roberto Hernández. El financiero, ahora también empresario turístico, es uno de los hombres más ricos de México; su capital, de acuerdo con diferentes reportes anuales de la revista Forbes, ronda entre los 1.2 y 2.2 mil millones de dólares.
Patricio Patrón Laviada fue gobernador de Yucatán de 2001 a 2007; los Hernández han invertido fuertemente justo en esa región del país.
El hotel, antes llamado Mi Capricho y ahora bautizado como Las Nubes, opera pese a tener sellos de clausura, colocados por personal de Profepa. Incluso, actualmente realiza obras de ampliación, sin contar con autorización de Semarnat, un requisito indispensable, pues se localiza dentro del Área de Protección de Flora y Fauna de Yum Balam, una zona de manglares que, como muchas otras en México, está en riesgo.
Hace unos meses, también se amplió el Paseo Kuká, la única calle en la isla que tiene camellón y farolas. Curiosamente, esta avenida lleva hasta las instalaciones del hotel y termina justo donde se construye la nueva cabaña de Las Nubes.
Hospedarse en Las Nubes cuesta entre 500 y mil dólares la noche; todo depende del tipo de habitación y de la temporada del año.
Este hotel, además, invade la zona federal marítima.
Mientras que la Profepa cierra hoteles y coloca grandes mantas de clausura en Cancún y Tulum, en el hotel Las Nubes los sellos de la dependencia son casi imperceptibles.
El coordinador para la península de Yucatán de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), Alfredo Arellano, dice que Las Nubes se construyó en una “zona muy frágil”, en términos ecológicos.
Organizaciones ambientalistas piden que la Profepa sea “imparcial” y “congruente” en sus acciones; dicen que Patrón Laviada cierra en la zona obras, pero no las que le afectan. Holbox, Lázaro Cárdenas, Q. Roo/Thelma Gómez y Adriana Varilla (El Universal)
En Holbox, los pobladores aseguran que el verdadero dueño del hotel es Alejandro Patrón Laviada, hermano del actual titular de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), Patricio Patrón Laviada.
Como sea, los hermanos Patrón Laviada son sobrinos políticos de Bárbara y Roberto Hernández. El financiero, ahora también empresario turístico, es uno de los hombres más ricos de México; su capital, de acuerdo con diferentes reportes anuales de la revista Forbes, ronda entre los 1.2 y 2.2 mil millones de dólares.
Patricio Patrón Laviada fue gobernador de Yucatán de 2001 a 2007; los Hernández han invertido fuertemente justo en esa región del país.
El hotel, antes llamado Mi Capricho y ahora bautizado como Las Nubes, opera pese a tener sellos de clausura, colocados por personal de Profepa. Incluso, actualmente realiza obras de ampliación, sin contar con autorización de Semarnat, un requisito indispensable, pues se localiza dentro del Área de Protección de Flora y Fauna de Yum Balam, una zona de manglares que, como muchas otras en México, está en riesgo.
Hace unos meses, también se amplió el Paseo Kuká, la única calle en la isla que tiene camellón y farolas. Curiosamente, esta avenida lleva hasta las instalaciones del hotel y termina justo donde se construye la nueva cabaña de Las Nubes.
Hospedarse en Las Nubes cuesta entre 500 y mil dólares la noche; todo depende del tipo de habitación y de la temporada del año.
Este hotel, además, invade la zona federal marítima.
Mientras que la Profepa cierra hoteles y coloca grandes mantas de clausura en Cancún y Tulum, en el hotel Las Nubes los sellos de la dependencia son casi imperceptibles.
El coordinador para la península de Yucatán de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), Alfredo Arellano, dice que Las Nubes se construyó en una “zona muy frágil”, en términos ecológicos.
Organizaciones ambientalistas piden que la Profepa sea “imparcial” y “congruente” en sus acciones; dicen que Patrón Laviada cierra en la zona obras, pero no las que le afectan. Holbox, Lázaro Cárdenas, Q. Roo/Thelma Gómez y Adriana Varilla (El Universal)
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