A través de un comunicado, la Sociedad Interamericana de la Información hizo eco de la indefención que sufren muchos periodistas mexicanos en el interior del país
El pasado 25 de mayo, el reportero de La Opinión Milenio de Coahuila, Eliseo Barrón Hernández, fue "levantado" por sujetos armados ante la mirada atónita de su mujer e hijas. Su cadáver fue hallado al día siguiente. Por este crimen fue detenido los primeros días de junio Israel Sánchez, un presunto gatillero de "Los Zetas", quien confesó haber dado muerte al periodista como escarmiento a los demás comunicadores de la región, según la Procuraduría General de la República (PGR). Este es uno de los pocos asesinatos contra periodistas en México que han encontrado respuesta de las autoridades. Sin embargo para la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) no es suficiente, por lo que pidió "públicamente a las autoridades" justicia y mayor celeridad en los asesinatos y secuestros de comunicadores. El titular de la Comisión Contra la Impunidad del organismo, Juan Francisco Ealy Ortiz, presidente de EL UNIVERSAL, advirtió que sin una "voluntad política fuerte en contra de la violencia, seguirá escalando el grado de autocensura que se vive en muchas salas de Redacción, con el consabido perjuicio al derecho del público a la información". A través de un comunicado, la SIP hizo eco de la indefención que sufren muchos periodistas mexicanos en el interior del país a través de una investigación titulada "¡Porqué morir! ¡Por qué matar!", que da cuenta de los crímenes contra medios de comunicadores y periodistas en Durango y Coahuila. Uno de esos crímenes es precisamente el de Barrón Hernández, entre una larga lista que ha convertido a México en el segundo país más peligroso para ejercer el periodismo, sólo detrás de Irak, de acuerdo con varias organizaciones como la propia SIP y Reporteros sin Fronteras, entre otras. México, D.F./Gilberto Molina (El Universal)
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