martes, 21 de julio de 2009

Una reforma migratoria amplia, lo conveniente


The Washington Post publica un artículo de ambos internacionalistas.La única manera de detener el flujo es legalizarlo; adaptar la ley a la realidad, piden.


Una reforma migratoria amplia es lo que más conviene tanto a Estados Unidos como a México por razones económicas y éticas, aconsejan el ex canciller Jorge G. Castañeda y la presidenta de ImmigrationWorks, Tamar Jacoby.
“Lo que no tiene sentido es un enfoque fragmentado. Ni la legalización sin considerar los flujos presentes ni los futuros resolverán el problema. Sólo ambas cosas solucionarán la situación”, señalan en un artículo que The Washington Post publica hoy en sus páginas editoriales.
Una reforma migratoria en Estados Unidos debe contar forzosamente con el apoyo de México, recomiendan.
“Aunque esto no se considera en el Capitolio, Estados Unidos no puede esperar una reforma migratoria sin la ayuda de México, para administrar la legislación y disuadir la inmigración ilegal futura”, estiman en el artículo.
Igualmente, añaden los autores, ningún gobierno mexicano se puede dar el lujo de cooperar con Washington a no ser que la reforma incluya un aumento significativo de visas temporales de trabajo.
En última instancia, consideran, la “sólo legalización” es insufienciente para enfrentar el problema, pues una vez que la economía estadunidense comience a recuperarse, “las empresas revitalizadas necesitarán trabajadores extranjeros otra vez para que realicen las tareas que los cada vez más educados estadunidenses no quieren hacer”.
Entre tanto, en México, la población en edad de trabajar seguirá creciendo más rápido que la cifra de empleos con sueldos decentes, al menos en los próximos cinco o diez años, por lo que los trabajadores jóvenes seguirán aspirando a emigrar adonde puedan ganarse una vida mejor.
Castañeda y Jacoby indican que EU se encuentra en una disyuntiva: reconoce esa realidad y la aprovecha, o finge que no existe y vive con el precio de la negación.
“Si estos trabajadores no pueden entrar legalmente a Estados Unidos, encontrarán maneras de internarse ilegalmente, sin importar cuánta seguridad haya en las fronteras ni cuán peligroso sea el viaje o cuán alto sea el precio. Esperar que la gente deje de venir es tan ilusorio como pensar que aquellos que ya están en Estados Unidos empacarán sus maletas y se irán a casa”, subrayan.
La conclusión fundamental, indican los internacionalistas, es que la única manera de detener el flujo ilegal desde México es legalizarlo, adaptar la ley a la realidad, y no al revés.
- ClavesAñejo anhelo• Barack Obama confía en que a finales de 2009 o principios de 2010 habrá un acuerdo bipartidista en el Capitolio para una reforma migratoria.
• Esa iniciativa ha sufrido dos fracasos consecutivos en el Capitolio: uno en 2006 y otro en 2007. Se necesitan 60 votos en el Senado para que prospere.
• La última gran amnistía fue aprobada en 1986 y en su momento facilitó la legalización de 3 millones de inmigrantes.
Redacción/México, D..F. (Milenio)

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