lunes, 20 de julio de 2009

Expulsa el PRD a 3 mil trapecistas

Quienes deseen regresar tendrán que solicitarlo formalmente; Jesús Ortega propone conformar un partido-frente, para que sus corrientes sean autónomas pero vayan juntas a las urnas

El Partido de la Revolución Democrática echó de sus filas a unos 3 mil militantes que compitieron como candidatos de otros partidos a los diferentes puestos de elección popular federales y locales el pasado 5 de julio. Quienes consideren su retorno, tendrán que solicitar formalmente su reafiliación.
La determinación fue adoptada por mayoría de votos en reunión de la Comisión Política y el secretariado nacional de ese partido, en la que el presidente de ese partido, Jesús Ortega, formalizó la propuesta de convertir al PRD en un partido-frente, similar al Frente Amplio de Uruguay, para que sus fuerzas políticas internas actúen de manera autónoma e independiente, pero que vayan juntas a elecciones.
El cónclave perredista, efectuado viernes y sábado pasados en Cuernavaca, Morelos, acordó además efectuar en los primeros días de diciembre un congreso nacional, con carácter de “refundacional”, en el que se analizará la propuesta de Ortega y las que se presenten, para darle una salida a la crisis político-electoral de ese partido.
Los órganos de dirección del PRD decidieron también que su Consejo Nacional se reúna el 31 del presente mes, con el objetivo de definir su política legislativa para los próximos tres años, emitir la convocatoria al congreso e integrar las comisiones que trabajarán en “la ruta crítica para la refundación del partido”.
El tema más álgido de la reunión fue la desafiliación de militantes que contendieron por otros partidos políticos en los comicios federales y locales del pasado 5 de julio; sin embargo, la votación registró una amplia diferencia, 11-2, en la Comisión Política Nacional, sólo con la oposición de la corriente bejaranista Izquierda Democrática Nacional.
“Esa opinión del ingeniero Cárdenas se cristalizó; se votó en favor de lo que planteó: quienes fueron candidatos de otro partido ya no son del partido y se les canceló la afiliación”, destacó Guadalupe Acosta, ex presidente interino del PRD e integrante de dicha comisión.
La semana pasada, Cuauhtémoc Cárdenas pidió la restitución de la legalidad interna, la cual implicaba la salida de quienes “jugaron contra el PRD” en las elecciones, en el caso de quienes lo hicieron como candidatos.
En entrevista, Acosta dejó en claro que esto sólo aplicará para quienes fueron candidatos, no así para quienes alentaron el voto hacia otros partidos, como el caso de Andrés Manuel López Obrador, con los que “vamos al Congreso Nacional a discutir el modelo de partido que queremos y la línea política a seguir”.
Para los desafiliados que busquen reincorporarse al PRD, tienen que presentar una solicitud ante el Consejo Nacional de ese partido, instancia que determinará, por lo que “no es un regreso automático ni es una ley de excepción, sino que esto ya estaba desde hace muchos años en el estatuto”.
Con respecto a la propuesta de partido-frente planteado por Ortega, Acosta dijo que se trata de que las actuales expresiones perredistas, en su caso, tengan “estructuras separadas, y solamente vamos juntos a las elecciones y en lo que nos pongamos de acuerdo; en lo demás, cada quien actúa separadamente”.
En un comunicado emitido por las principales instancias de dirección, se asentó que “la vigencia del PRD como una fuerza de izquierda sólida y en desarrollo está sostenida en un nuevo pacto refundacional, que establecerá los nuevos elementos que sustituyan las viejas formas de conducción y convivencia, para establecer nuevas estructuras de organización y de gobierno”.
En tanto, “hemos resuelto priorizar la unidad interna, con base en nuestras coincidencias y en el respeto a nuestras diferencias, convirtiéndonos en un partido unido esencialmente en una sola línea política y programática”.
El Frente Amplio de Uruguay, modelo••• El modelo uruguayo del Frente Amplio surge en 1971, como legado de numerosos intentos de unificación de la izquierda y de experiencias unitarias plasmadas fundamentalmente por el movimiento sindical. Desde entonces, la fuerza contiene en su seno a la inmensa mayoría de los sectores progresistas del país y su fuerza electoral fue en ascenso, hasta obtener la presidencia de Uruguay con la fórmula Tabaré Vázquez-Rodolfo Nin en 2004.
De acuerdo con los lineamientos del partido Frente Amplio, se trata de una fuerza política “de cambio y justicia social; de concepción progresista; democrática, popular, antioligárquica y antiimperialista; y conforma una organización para la acción política permanente con el carácter de coalición y movimiento sobre bases de respeto recíproco de la diversidad ideológica, funcionamiento democrático y unidad de acción”.
Ayer, Jesús Ortega habló de refundar al PRD como un partido-frente, aunque a diferencia del modelo uruguayo, en el caso de México se pretende unificar a las izquierdas en este esfuerzo.
Al momento de su fundación en 1971, el Frente Amplio uruguayo reunió a distintas fuerzas políticas como los partidos Socialista, Comunista, Demócrata Cristiano, así como a sectores progresistas provenientes de los partidos Colorado y Blanco, junto con movimientos liderados por los entonces senadores y ex Ministros Zelmar Michelini y Alba Roballo del Partido Colorado y Francisco Rodríguez Camusso, del Partido Blanco.
Según la historia del Frente Amplio, se unieron ciudadanos no sectorizados, entre ellos el general Líber Seregni, quien luego sería su primer presidente y candidato presidencial.
Hoy en día, los Lineamientos Básicos destacan que en esta conformación se tiene al pueblo como protagonista, lo que ha permitido agrupar fraternalmente a demócratas cristianos y marxistas, a hombres y mujeres de ideologías, concepciones religiosas y filosofías diferentes, a trabajadores, estudiantes, docentes, sacerdotes y pastores, pequeños y medianos productores, industriales y comerciantes, civiles y militares, intelectuales y artistas.
“En una palabra, a todos los representantes del trabajo y la cultura, a los legítimos voceros de la entraña misma de la nacionalidad. Porque es un movimiento profundo que enraíza con las puras tradiciones del país, que recoge y venera las construcciones que vienen del fondo de la historia, y tiene, simultáneamente claros objetivos para alcanzar un provenir venturoso”.
Se afirma que el pilar fundamental del Partido Progresista es la construcción de una sociedad justa. (México • Redacción)
Mauricio Pérez/México, D.F. (Milenio)

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